Una obra llena de esperanza para una transformación que habíamos dejado
de esperar: la próxima revolución del mundo se ocupará de la
consciencia.
Nunca hemos esperado menos de nuestra capacidad de
cambiar el mundo en que vivimos, e incluso hemos perdido el entusiasmo
de otros tiempos en el pensamiento utópico, hasta el punto en que
nuestra situación se parece a la de los sapos que han sido puestos en
una olla que se va calentando a fuego lento: algo que en nada les
preocupa, pues su piel solo detecta cambios bruscos de temperatura.
Sin
embargo, por fin vamos entrando en una transformación que habíamos
dejado de esperar, y que más bien nos asusta: hasta hoy solo hemos
conocido revoluciones políticas e ideológicas, y lo que ahora ocurre es
una revolución de la consciencia.
En La revolución que esperábamos,
Claudio Naranjo propone una política de la consciencia, pues el
principal problema del mundo, más allá de sus múltiples síntomas, es la
inconsciencia: sólo despertando de nuestro ciego sonambulismo podremos
evolucionar. El final del patriarcado, la transformación de la
educación, el desarrollo de los tres amores y el camino del
autoconocimiento son algunas de las propuestas con las que el doctor
Naranjo establece un diagnóstico profundo de los problemas globales, así
como de los antídotos necesarios para la transformación de un mundo en
crisis.